Llueve.
En el silencio de la casa, el repiqueteo de las gotas sobre el cristal, crea una melodía de tintineos suaves y dulces.
El cielo, un algodón de grises.
La luz tenue entra por la ventana, iluminando la estancia en un perfecto sopor de claroscuros.
Los pequeños charcos, diminutos lagos, reflejan el trajín de paraguas y ramas.
El aire huele a tierra mojada y promete ser un día tranquilo de sofá, libro, café y manta.
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Lluvia de invierno.
Un dulce tintineo
lleno de aromas.
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Imagen propia. Desde mi ventana.
espero que hoy no llueva aquí en manresa, que se han currado una fira medieval que sería una pena que no pudiese disfrutarse completamente… hoy entran por mi balcón trompetas, tambores y músicas medievales, aquí en manresa celebran su historia de una manera preciosa cada vez. ji. Besitos Horten!