La lluvia cae en el polvo, igual que en el poema de Li Po.
“En un lugar al Sur”…
( Eugenio de Andrade)
…
(Cae la lluvia recia sobre el polvo de los días).
Llueve a mares,
a veces.
A veces,
lluevo a mares.
Y mis aguas se vierten al torrente impetuoso
inundando tus vertientes,
anegando sementeras,
encharcando sin pudor nuestra última cosecha.
Lluevo a mares, a veces,
en una cascada embarrada y turbulenta
que se sale de su cauce.
Llueve a mares,
sin rumbo,
sobre la piel de nuestro invierno,
sobre el tramo del camino polvoriento y estéril
que caminamos ambos.
Lluevo fuerte
en una catarata de palabras y silencios
que erosiona
y mancha de negros las esquinas y recodos
desdibujando los abrazos
de tus cálidos meandros,
pudriendo las raíces de mis próximos versos,
dejando atrás
nuestros últimos restos
en este poema maltrecho
de derrumbe y tempestad…
…pero las aguas bravas
siempre regresan a su cauce,
se calman, se vuelven mansas.
Y en una llovizna fina… (deshabitada de palabras)
sobre el territorio de nuestros cuerpos empapados,
sobre el relieve mojado de los días
…dejan atrás la borrasca.
…
Bellísima conjunción de esa lluvia que empapa tierras y almas en el torrente emocional de tus versos, toda una cascada de líricos sentimientos, amiga!!!
Bello poema, ese torrente de agua que arrastra la coducta humana, y que hay que saber gestionar para evitar inundaciones, a veces y muy a veces inevitables.
Gran poema María
Es de los mejores poemas que he leído últimamente, de los que recuerdo. Además citas a Andrade
un poeta que mantengo en mi pequeño olimpo, y la lluvia que para mi es tan especial, como para todos los del sur… pienso. Un abrazo cordial.