El hueco reduce a la vida
impotencia,
la sequía de la ira.
El hueco es una soledad
que sabe a muerte,
saborea a la costumbre
con la aridez de un silencio.
El hueco es estéril
insomnio,
el dolor tiraniza las obsesiones
más oscuras.
El hueco es infame,
fervor que fecunda
la esencia perdida.
El hueco
instante paradójico,
dualidad que sustrae
del ego hasta la última sonrisa.
El hueco es un espejo empañado,
el eco intermedio
de un corazón inmóvil.
El hueco no respira
sonidos, silbatos
sonámbulos días,
transitando ondulando
mirando meditan.
El hueco es exacto
eterno,
rincón que ahuyenta
la mirada imprevista.
El hueco doblega cada palabra,
impulso perdido
incurable,
inunda el rumor de la muerte.
El hueco despierta
a la alcoba del mundo,
que nadie se duerma
moriremos de ira.
El hueco se llena
con cosas pequeñas,
flores que fluyen
tan lindas y bellas.
Llenemos el hueco
con una rosa veleta,
el secreto en mí pecho
es un tejido flotante.
Se llama amor
y nadie lo vence.
Llenemos el hueco.
Mute.
Photographize.