*El triunfo de la muerte de Pieter Brueguel El Viejo.
La muerte siempre gana.
La guadaña es un hacha en su trabajo.
Seas mozo o una anciana,
del pañal al refajo.
Viajamos apiñados al carajo.
Blanco, negro, amarillo,
es lo mismo un rey y es igual un labriego.
Lleno o no esté el bolsillo,
tanto un listo o un borrego.
Seguro perderás en este juego.
Que si ateo o cristiano.
No importa mucho, o nada, a quién le reces.
No hay Dios ni matasano,
ni jurado ni jueces,
que te cure del sino cuando creces.
Se te acaba la arena.
Repica tu llegada la campana.
La balada serena,
la trompeta cercana,
melodean tu paso por la aduana.
Dale un último trago,
antes de ser un buffet de gusano.
Disfruta, que está pago,
este último verano.
Bésala al sol, salpica en el pantano.
Serás en el recuerdo,
cuando a la rueca se le acabe el hilo .
Quien sabrá si eras cuerdo,
si te vas con estilo.
Tú ama mucho y bien, y muere tranquilo.