Aún tiene tu libro
el aroma de tus manos.
El marcapáginas
inmóvil donde le dejaste
te está gritando
dónde estás.
Padre,
tus libros se han quedado
huérfanos,
todos ellos saben
que han perdido
a alguien que les amaba.
Aún tiene tu libro
el aroma de tus manos.
El marcapáginas
inmóvil donde le dejaste
te está gritando
dónde estás.
Padre,
tus libros se han quedado
huérfanos,
todos ellos saben
que han perdido
a alguien que les amaba.
Pero ahí estarás para continuar donde lo dejó, o a ser guardián de ellos.
Un poema que emociona, desde el primer al último verso.
Un saludo cordial Francisco.
Muy bueno
Un poema muy emotivo…
Esa herencia literaria es muy valiosa, remueve el recuerdo y se aprecia más…
Gracias por participar en el Reto del Libro!
Un abrazo, Paco.