La inolvidable noche sin estrellas,
el cielo como un muro de reproches,
la vida cada vez más cerca,
la aurora me sorprendió a golpes.
El libro de Borges en la mesilla,
los ojos inundados de certezas,
dos páginas y volveré a dormir,
soñando con senderos y teoremas.
La casa vacía de absolutos,
las dudas amontonadas en el pasillo,
pero hoy me asomaré con orgullo
al balcón donde el ocaso se sienta.
A charlar sobre apóstoles y profetas,
sobre mentiras y sermones,
sobre cuadernos donde rescatar
todo el aliento, todas las leyendas.
Qué gran poema, amigo
Me quedo aquí. Aunque la aurora nos despierte a golpes siempre tendremos la vida a mano para agarrarnos a ella.
Abracitos
Muchas gracias amiga. Sabias palabras. Abrazos y disfruta del finde.
¡Me gustó mucho!
¡Que las dudas se luzcan creyendo que reinan! ¡Las dudas siempre estarán, pero no tienen por qué dominarnos!
¡Es un poema profundo, hermoso, intenso!
¡Bravo, @Josele, bravo!
Muchas gracias, comentarios así hacen que uno quiera seguir escribiendo.
Me gustaron esas dudas amontonadas en el pasillo…yo tengo miles de ellas, ¿adónde fueron las certezas…?
Muy bueno lo que escribes.
Un abrazo, amigo!
sin más palabras… !!!
Bello recopilatorio del sentir de todas esas leyendas que confabulan por la historia, poeta!!!
Otro abrazo para ti. Sin dudas no hay poesía. Saludos.
Hermoso poema, José Antonio!!
Bonitos versos, amigo.
Un saludo y buen día
Muchas gracias Tali. Saludos.
Muchas gracias Minada. Saludos.
Muchas gracias. Un saludo y un buen día para ti.
Gracias a ti, amigo.
Igualmente
Lindas palabras. Saludos.