Y entre su caligrafía
bailaban letras de impronta,
letras de aquel nombre oculto.
Mas la risa entre sus horas,
se perdía con los ecos,
con la más parsimoniosas
baladas de sus menciones.
Rico amorío en las hojas,
de su amor a luz de luna;
de su pasión que la arropa…
Letras, letras azuladas,
letras bambú, letras gotas,
letras que van de la mano,
¡oh, fragante turbadora
hacía mi mano coqueta!
Mano, oriunda a tu obra.
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Muchas gracias, amiga, igualmente, ten un bonito inicio de semana, abrazos,
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Buen poema.
Abrazo
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