La raíz común de los poetas, el arte
del sacrificio.
Vivir del zapato, de la agricultura
de las madrugadas dentro de un caseta
/del metro,
de contar los jornales que se escurren
como arena bajo el oleaje del tiempo
/y la incomprensión.
Y vivir de leer a otros poetas
bajo el peso de una casa
/y una noche
que pudo ser la de ellos.
Leerlos como el Evangelio
el único y real Mesías,
con la certeza de que también
para nosotros se ha destinado una cruz.
Hermoso,
imagino descalzo caminar por la casa de los poetas asombrado de tan belleza tomando licor de permuta.
Muchas gracias, JetSat, por la cita. Un abrazo.
Muchas gracias, Wallace: Estoy seguro que muchos de los que aquí escriben saben de eso. Pero la poesía salva. Abrazo
Excelente
Un abrazo
Gracias por el comentario. Abrazo
Hermoso tu poema, compañero! Leerlos como el evangelio…y hacerlos tuyos y cercanos…
Saludos!
En efecto, María, hacer nuestros los poetas y sus versos, como quizás otros nos hagan de ellos… la poesía no deja de regalarme alegrías, incluso en estos tiempos. Abrazo.
Me alegro de ello!
Muy bueno. Saludos cordiales.
Me encantan las metáforas…y el mensaje implícito!
El poeta lleva su cruz, y lleva sus alas!
Un cálido saludo, @NobelPG!!
Gracias por pasar, Sinmi
Pues muchas gracias por el comentario. Un abrazo
Qué sería la vida sin la poesía, si no existieran los poetas…
Entonces habría que inventarlos. Porque la vida es en sí un poema… Y todos somos poetas independientemente de que muchos ignoren o no hayan descubierto que lo son…
Muy buen poema, amigo
Abrazo
Claro que sí, habría que inventarlos… o inventarnos como poeta cuando no nos alcance el lenguaje común. Abrazos
Un abrazo, @Magdalena. Eso hacemos también en Poémame… vivir de leer a otros poetas. Este sitio es el oasis para vivir de ello. Saludos
Así mismo es.
Abrazo