Las únicas decisiones que tomé no las tomé bien

No sé cómo comenzar esto, solo sé que debo hacerlo,
no porque quiero, sino porque no puedo dejarlo,
porque estoy condenado, siempre lo he estado,
solamente que no fue hasta los 10 años que me di cuenta de ello.

Desde chamaco cargando con más peso del que puedo,
tal vez fui el primer niño en cargar el cuerpo de un muerto,
en cargar una careta de chico bueno y una personalidad de muñeco,
en cargar el peso de la razón, tal vez no en su forma óptima;
pero asemejable con el prólogo de un libro,
ya que, lamentablemente, nunca tuve la dicha de juzgar a los libros por las portadas.

Dime tú, ¿qué párvulo se cuestiona su propia existencia?,
¿Qué chico pierde su inocencia sin tener consciencia de ello?
¿Qué niño no siente afecto hacia su padre y padre?
¿Qué chamaco sacia su curiosidad antes de si siquiera tener un sueño húmedo?
¿Qué crío tiene un corazón frío, sin antes vivir un caos?
¿Quién ha cursado una niñez al costado de la madure y
quién a cursado una juventud en un ataúd?
¿Será que mi mente envejeció más rápido que mi cuerpo?, y si es así,
dime, ¿qué soy yo ahora?
¿Seré una persona u otra cosa?,
¿Seré una cáscara vacía o solamente un ataúd para mi mente, que reposa?
Quiero tener fé; pero no tengo una mente para creer en el Dios de Spinoza.

Yo pienso; pero no existo,
porque no siento lo que pienso,
porque pensar es un atributo que se me otorgó cuando estuve de luto,
cuando era un niño; pero mi mente era adulta,
cuando fuí un joven y mente dio su último suspiro,
cuando comencé mi trayecto de muerto andante caminando por defecto hacia adelante,
pasos innatos hacia al frente no conscientes;
pues nunca se molestaron en esquivar abismos o barrancos,
desde entonces estoy caminando desde abajo.

Pocos sabrán o tendrán la mínima idea de que lo que es el infierno,
en cambio yo lo conozco desde pequeño.
Un lugar sutil y tierno en comparación con el que me encuentro;
si tan solo pudiera ascender unos cuantos pasos hacia arriba para alcanzarlo,
lo haría y sin dudarlo,
no me bastó sufrirlo,
no me bastó vivirlo,
no me basta soñarlo,
al menos quiero creer que otra vez podré contemplarlo.
Me explico, quiero ser juzgado por actos propios,
si voy a ser condenado que sea por cosas que hice,
es difícil vivir a costas de lo que el destino dice
y aún más difícil es saber que ni en el infierno tengo un lugar de estar,
si ni mi sufrimiento va ser correspondido en el averno
aún la muerte pierde su significado,
y eso, que ya cargaba con el peso del sinsentido de la vida,
tal vez sea por ello que mis acciones, aún, no han aceptado propuestas suicidas.

Irónico pero cierto. Hay lugares que, incluso, atormentan al mismísimo infierno,
hay seres que se les niega la entrada por miedo a que la corona sea tomada,
ningún rey cede el trono,
qué te digo, los tormentos que viví, en su momento, en el infierno sólo fueron abono,
incluso dentro de lo malo evoluciono.

Nunca me he adaptado a los cambios, es al contrario yo los he cambiado,
los he vestido y metaforizado; pues soy Nihil,
la nada personificada y un tanto adulterada por sufrimientos de mi yo vivo,
de ese iluso niño que tomó el trayecto equivoco.
Aunque solo fueron unos pocos pasos;
pero lo suficientemente largos para hablar del caso,
las decisiones que tomé se cuentan con una mano; pero con dedos amputados,
momentos igual de fugaces como vanos;
pues, aunque los hubiera aprovechado mi estado no habría cambiado,
es posible, incluso, que llegara a empeorarlo,
si se entiende por peor la salvación,
pues cambié el entorno con la redacción,
cambié el entorno con la dipsomanía y cambié el entorno con el placer,
estas tres adicciones son las que no me dejan caer,
pues en los instantes en que las consumo logro satisfacer una ínfima parte de mi ser,
evitan que la bala penetre en la cien,
las únicas decisiones que tomé no las tomé bien;
ya que la salvación, para mi, siempre a sido la muerte per se.

4 Me gusta

Toda una catarsis introspectiva, en prosa. Un gusto venir a leer la intensidad y fuerza de tus letras.

1 me gusta

Un vaciarse por dentro… lo tuyo!
Un texto muy denso, hay mucho sentimiento ahí, compañero.
Saludos.

1 me gusta