Manos de plata
sin levantar la mirada
adobando las entrañas
de esas redes
que volverán a la mar
para seguir su ceremonial
Miradas fijas
para contar las mayas
para coser el paño
no vaya a ser
que en un descuido
no hagamos bien el amaño
Hilo, aguja, amor y paciencia
con sol, lluvia y viento
empeñando sus promesas
para acabar cuanto primero
Que la mar está esperando
para comenzar ese duelo
donde el trabajo ya hecho
espera con impaciencia
el resultado y el amor
que en el habéis puesto