Las mariposas
volvieron, nuevamente,
con tu presencia.
Por un instante,
y luego, con el tiempo,
creí perderlas.
No supe nada,
dejaron de seguirme
en los paseos.
Día tras día,
buscaba, en los recuerdos,
su bella imagen.
Pero era en vano
y yo me entristecía
ante su ausencia.
No había medio,
o yo desconocía,
cómo encontrarlas.
Perdí la fe
de, un día, recobrar
sus emociones.
Pero, hace poco,
de pronto, regresaste,
mi mariposa.
Y me dejaste,
el abrazo, de las Fiestas,
con tus palabras.
Rafael Sánchez Ortega ©
28/12/24