Las veo pasar un día sí y otro también delante de mis ojos
de la mano sonriendo
con las miradas buscando consuelo y agradecimiento.
En su mundo que llevan consigo a la vista
sin ocultar nada siempre agradeciendo
a pesar de que la vida con ellas no fue sincero
son de todos los colores y sexo
a veces se llevan bien con el silencio
a pesar que su sonrisa los delata con el tiempo.
Rebosan amor y cariño
porque continuamente
lo están recibiendo
y lo transforman en felicidad y en te quieros.
Son mis mariposas con las alas rotas
las que con su ejemplo y con sus vuelos
nos hacen a los demás un poco más pequeños.
Vosotros las conocéis
porque la vida os hizo compartir sus sueños
ojalá estos sean siempre tan llenos de cariño
como hasta ahora, y además que sean eternos.