Que bonitas las marchantas
con sus trajes regionales
que tornan muy pasionales
las ventas de flores, plantas,
frutas, mientras sus gargantas
hacen pregones lucidos
que el viento dando soplidos
lleva a oídos de la gente
compradora diligente
que suele hacerles cumplidos.
Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda
Ciudad de México, a 22 de abril del 2024