Las heridas ocultas de la ofensa
se gravan de por vida en nuestras frentes,
cuando ninguno somos diferentes
a la hora de buscarse una dispensa.
Será que siendo la pasión intensa
al sentirnos galanes impacientes,
al obviar sin tesón los referentes
el alma en vilo igual se siente tensa.
Porque quien busca amor sin fantasías,
y labra sin descanso su consuelo,
encontrará seguro su camino.
Si no es justo labrarse hoy alegrías
tratando de ocultar el propio duelo
porque parezca incierto su destino.