Debe viajar el amor
en justa correspondencia,
cuando exquisito en su esencia
se derrite con fervor.
Tanto que rindiendo honor
justo a su media naranja
cualquier contratiempo encaja
sin dificultad alguna,
previendo que por fortuna
su menester se relaja.
Porque el amor es bonito
debemos hoy cultivarlo
y en el corazón llevarlo
de por vida calentito.
Por eso yo siempre imito
a los novios que se quieren
y que los hombres se enteren
que ese amor es verdadero,
gratis si con tanto esmero
sus flechas a nadie hieren.