Las cuatro estaciones (invierno)

Un estornudo largo de hojas anuncia otra vez aquel resfriado cíclico del planeta.

El frío se adelgaza tanto, hasta la invisibilidad, se retuerce y destuerce en espirales, gélida enredadera de aire trepando frondas, verdolaga reptando, tubérculo glacial incrustándose en la tierra.

Cuando es cachorro, con su capa de sombras se esconde tras la espesura, a ras de tierra, retoza dentro de arroyuelos, se enlama a las piedras.

Sus manos de hielo son lumbre quemando pulmones, estrangula vasos capilares, la ósmosis respira a sobresaltos, sofoca fotosíntesis con su blanco vaho, paraliza tropismos, enloquecen. Desnuda al bosque, troncha su abrigo verde a soplidos. Queda el ramaje ciego y descarnado, manos nudosas, implorando al cielo que un rayo de calor las levante de aquel postramiento elíptico.

El paisaje anochece en la nevera. El cielo desparrama suaves copos que poco a poco ponen una nívea malla sobre todas las interfaces, borrándolas. Los árboles se enquistan astutamente, simulan muerte para salvarse. Aquella vida que puede, emigra al trópico.

El frío es camisa de fuerza, telaraña, membrana que detiene el golpeteo de moléculas. Cristaliza, solidifica la indomable fluidez del agua (solo la sangre se rebela). Emisario de la muerte, aletarga, trae por delante la artritis a las coyunturas del mundo. Con su toque de queda, mata aquellos seres que no se encuevan a tiempo. Intenta llevar todo a su reino de reposo (solo la razón se rebela).

La vida es entonces un búho camuflado en la nieve, una manada de aullidos a la luna, un cardumen de aletazos a contracorriente. El invierno es una prueba de resurrección en la traslación terrestre para hacer criaturas resistentes, hábiles para sobrevivir, atacando o huyendo. Una tristeza necesaria en la trayectoria desde el nacer al morir del hombre.

Es la prueba para la esperanza, esa débil luz que no se apaga, sostenida en la flama de la Navidad que entibia las emociones y pensamientos, necesaria para derretir, reverdecer, comenzar de nuevo impulsándose desde ese fondo de escarcha.

Semilla que el sol calienta para que detone la primavera, otra vez, mientras esta arca redonda y azul siga orbitando en esta vastedad diluviana con su preciada y frágil carga.

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Vaya apoteosis invernal tan hermosa como completa!!
Aunque estaba escrito en prosa, no pude dejar de leer, te lleva aunque no quieras…tiene un ritmo interno intensísimo!
Me ha encantado ese batiburrillo del invierno!
Esperaré los otros tres…:sweat_smile::sweat_smile:
Abrazo, Jesús!

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el arca de la vida, su frágil carga
maravillosa prosa toda !

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Muchas gracias querida @mariaprieto!
Tenemos en el tintero las otras 3 estaciones efectivamente. Intento buscar eslabones de conexión al principio de cada una. Un coletazo de otoño antes de invierno y una insinuación de primavera al final de invierno. Aunque a veces pienso que este texto es tan frío como lo que relata. Aún así, seria parte del motivo que expresa :grin:

Veremos si logramos configurar estos equinoccios y solsticios.

Un abrazo y gracias nuevamente!

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Buena tarde mi estimado @AljndroPoetry .

Agradezco mucho hayas leído esta prosa y hayas dejado tu comentario que es muy motivador para mi.

Te dejo un buen apretón de manos!

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Fascinante el desarrollo de tu prosa @JDuque, la dicotomía, la dislexia conceptual retando la imaginación en la unidad semántica; la razón y el instinto enfrentados al relevo de pruebas, ya que nada hay que comprobar, el poeta lo confiesa todo sobre la molécula, sobre la sangre, sobre el paisaje en la nevera, sobre la continuidad rítmica, en la prosa no métrica, sobre la marca visual y su carácter diminuto cuando es cachorro. Al mismo Vavaldi le encantaría este cuarto. Mis saludos con admirable respeto amigo. —Aplausos.

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Me vino a la mente cuando amanecemos a menos tres grados y siento que mí alma se congela y pienso que la única forma de sobrevivir es regresarme al “trópico”. Pero me levanto y siento bienestar cuando entiendo que ese glaciar forma parte de mí vida.

Se de que hablas. Me identifico.
En resumen de principio a fin me encantó tu prosa, cada palabra, cada verso, cada metáfora.
Te envío mí agradecimiento por el tema. Un abrazo

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El invierno concentrado en tu prosa ardiente.
Cada palabra es abrigadora y hace que ame más esta estación del año.
Alguanas palabras me hicieron recordar platillos delisiosos y otras, situaciones de películas.
Me encantó sentír el invierno por adelantado en tus letras.

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Buena noche Amigo Domingo!

Gracias inmensas por enfocar este texto con esa particular luz que te caracteriza y que nos ayuda a redondear lo que hicimos nosotros los que pretendemos ser escritores.

Una abrazo mi respetado colega!

El agradecimiento es mío estimada @varimar por esa empatía y gentileza de leer nuestros escritos.
Siempre hay ventajas y desventajas de todo. Quizá el frío acerque más a refugiarse en el calor humano.

Le mando unas buenas noches desde México!

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Buen día mi estimado Jorge!

Te agradezco mucho tu comentario y me halaga que te haya gustado.

Saludos mi amigo!

Bravo !! Me encantaron tus metáforas y tu prosa… !!! :clap: :clap: :clap:

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Buena tarde Selene!

Afectuoso saludo y agradecimiento por pasear tu lectura por este texto y enbrillarlo (ayuda @alexander_garcia_197, ¿enbrillar o embrillar?) con tu comentario.

Abrazo, colega.

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Embrillar porque la regla ortográfica dice que: antes de pe y be va eme.

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Gracias amigo Chane. Le había dado el teclazo de enviar cuando San Google me recordó la regla.

Buen colega, recurro a ti por el expertise que tienes en innovar, aplastilinar, afilar, podar e injertar, amartillar, adelgazar, encadenar, fusionar, acuñar, palabras.

Es como si con ello crearas un código diferente con el que puedes escribir y leer el mundo de otra manera. Unos binoculares muy originales y personales.

Nuevamente gracias colega.

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No, gracias a ti. Yo soy de los que pienso que, cuando uno escribe un poema, no debes escribirlo completo… adrede déjalo sin terminar ¿Para qué? Para que el lector, con su imaginación, sea el que termine de pintar el cuadro.

Lo bueno de inventar palabras nuevas mediante la deforestación de la desinencia… es que, obligas al lector a que sea él mismo quien le asigne significado al término leído… Allí, con ese sólo hecho lo estás involucrando, lo haces partícipe en la creación poética.

Saludos.

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