Con la maestría de un arquitecto consagrado a la palabra, Martin esconde los recursos destacados en el diccionario, y construye símbolos, desarticula las metáforas y se abalanza sobre el concepto «Sigo
de memoria mi mediocridad
de centinela,» y pausa el ritmo en la flexibilidad de la estrofa «No me excuso si te perdono la vida
rebelde» — perdono (transitivo ) complementado con la vida (sustantivo) y enfatizado con rebelde. ( adjetivo singular amplificador de la sentencia). Un poema estructurado para recitar en madrugadas con tres rones en el coco. !Inmenso Martin¡