No confiaste en ningún cuerpo de hombre para depositar tu sudor,
No confiaste tu lengua a ningún gurú perfumado de esos de portada de revista;
¡Esperaste!
Cazaste una estrella fugaz confundida con hombre-cometa, - no era yo aún-
Pusiste en blanco tus pupilas más de una vez exterminando deseos de otros.
Nunca dejaste que mordieran tu cuello, no por temor a los vampiros sino por no sentir mariposas.
Cazaste un hombre-cometa una noche de Julio, - me dolió mucho la cabeza-
Disfrutaste cada centímetro del cráter que abrí entre tus pechos, confiaste en aquellos vapores
Cerraste los ojos mientras atardecías en tus pupilas, y yo moldeaba otro paisaje.
Fui alas de ángel caído y cuernos de demonio adolecente, fui autopista y campo traviesa
Cazaste un hombre-cometa una noche de Julio,
Pusiste en blanco tus pupilas más de una vez, mientras te inventabas La X Sinfonía
Mientras tumbabas estrellas con tu primer gemido espectral.