Voz que surge de las olas,
voz que sin descanso ruge,
sin descanso ruge
rompiendo su dientes blancos:
rompiendo el agua,
rompiendo el agua
y las palabras
… salpican
sal y yodo,
aluvión de sensaciones,
como recuerdos envueltos
en pequeñas gotas de memoria,
ruido del mar contra las rocas;
el dolor,
el lento retirarse de la arena,
manos que también saben ser caricias
dejando caracolas en la playa
y un lamento sonando allá a lo lejos.
….
Muchos ojos encierra tu mirada;
te vuelves mar, revuelto, azul y aire,
y suenas a horizonte, a niebla baja,
como línea, lenta y sutil,
que se hunde o desvanece.
….
Intentas agarrarte;
nada es sólido,
el agua no es origen,
y sigue el mar con su sonido,
batir que no termina,
continuo ruido sordo,
canción que mueve tus oídos,
que te atrapa
como sirena con cuerpo de tormenta,
batiendo, derribando;
contiene el tiempo.
….
Queda el aire como espacio
y esa tenue luz del horizonte.
Presientes:
la luna traerá la calma
con sus ojos.