La virtud de esperar

Dejemos que las huestes celestiales
abracen los sentires de tormenta.
De sabios es la calma que alimenta
el camino seguro; sin los males.

Dejemos que las fuerzas naturales
se empachen con su cólera violenta.
Cuando pase su enojo, ponte atenta,
veremos los caminos y señales…

Veremos las estrellas que nos guían
y sabremos entonces nuestro norte;
los guardianes así lo desearían.

Te pido que mantengas fiel tu porte,
los tontos impacientes morirían.
Recuerda: la virtud es un soporte.

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Hermoso poema, amigo!! Así es… la virtud es el norte de nuestro camino… :sunny: :sunny:
Un abrazo