Por ancestrales vínculos unidas,
en grupo forman curioso plantel
cada cual representa su papel;
se cuidan bien de no ser reprendidas.
La de al lado comunidad vecina,
de la primera en muy poco difiere,
pero cada una de lo suyo ingiere;
no quieren su despensa compartida.
Tenaces y voraces avanzando,
muy pronto verán la última frontera;
el mundo entero quieren dominado.
Y así las hormigas viven su tiempo
confiadas y sin saber que ahí fuera
a todas ellas las barrerá el viento.