Antes de ser nosotros
hemos sido nada,
aprendimos que en una lágrima
también puede haber un mar
con un horizonte que nos ponga a salvo,
que al lanzar una moneda
al aire, podía llegar al cielo
y se convierta en un rastro para torpes.
Antes de ser nosotros
hemos sido un perdedor,
que la oscuridad es el lugar
más pequeño del mundo
cuando estamos solos
y en los hospitales también
hay bosques llenos de verano.
Que la oscuridad es el lugar
más grande del mundo
cuando tenemos miedo
y una suerte que no es la nuestra
vendrá para hacernos ganar la vida.
Quizás perder es para supervivientes,
quizás sólo ganamos cuándo perdemos.