Sólo tú eres hermosa.
¿Y yo?..una maltrecha, espinosa rama
envuelto en burlonas sequías,
caídas ya secas mis hojas…
hurgando al tosco infinito,
buscando un firmamento tercamente imposible.
¡Hoy mis vegetales escamas al ahogarse,
prefieren morir al esperarte así, altivas!
Hoy,
veo tus ojos en la tórrida distancia
de esta dilatada amargura
-y de amor- una llama en mi pastizal reseco
quiere encenderse…
¡Rosa extraña, hermosa radiante rosa!
¡Hirviente en savia de indomable primavera!
Desde las sombras hoy te miro
y un mítico travieso signo
me traspasa de mil alegrías relampagueantes.
¡Rosa radiante, hermosa llameante rosa!
Esta aura cansada
quiere cobijarse inerte en tu brillo.
¡Rosa de fuego, alucinante y radiante rosa!
¡Mis hojas ya marchitas,
en la brisa acarician tu nombre!
Soy una gastada y erizada rama
-que llorando-
vuela dentándose siempre de espinas,
queriendo asir a mis ramas resecas
la mágica fábula de tu reverdecimiento,
un tierno pétalo muy dulce
robado secretamente
en la prohibida raíz de tu abrazo…
sintiéndolo neciamente perdido,
y morando eternamente lejano.
Tu apasionado poema expresa un amor no correspondido, donde el sujeto lírico se siente como una rama seca y espinosa frente a la hermosura de su amada.
Las imágenes de la rosa radiante y la búsqueda incesante de un abrazo no logrado evocan la intensidad del deseo y la melancolía de la distancia emocional.
Saludos Alejandro, ¿cómo estás? Es cierto: sentirse como una rama seca hace mucho, vestido de espinas y anhelando el fragante rocío de la preciosa rosa…del oasis lejano, tachonado suavemente de dulces y vistosos pétalos de hermosura que quizás nunca se alcance.
Muchísimas gracias por pasar siempre por aquí y comentar, un abrazo!
Si: la lejanía, la desazón y lo imposible suelen ser cruelmente reales…a veces quizás demasiado.
Muchísimas gracias Julia por pasar por aquí y comentar, un abrazo grande talentosa poetisa!