En un mundo sin piedad
a subsistir nos obligan,
quienes aún nos castigan
a no ver tanta maldad.
Fácil que por mezquindad
la vida valga tan poco,
si por decisión de un loco
a matar vamos al frente,
que igual da si de repente
la palmamos del sofoco.
Si en Flandes la pica clavan
mientras hacen de las suyas,
organizando patrullas
donde ha tiempo que soñaban.
Si hasta el rosario rezaban
teniendo a Dios de su parte,
si en Júpiter como en Marte
los dueños del coto son,
si al nacer con ese don
no se admite ni un descarte.
Que no nos vendan la moto
por favor, una vez más,
retrocediendo hacia tras
en un mundo medio roto.
Que yo votar no les voto
ni que estuviese borracho,
si es que ya desde muchacho
entre cejas les tenía,
que de pena igual sería
sufrir de nuevo de empacho.