Al final,
al inicio,
en la mitad,
siempre me falta;
y se esconde en mis laberintos,
en la esquina
de mis madrugadas de frío,
a veces en el hambre
de sueños frustrados,
otras en la costumbre
de noches en soledad.
A veces,
llega,
se disfraza de compañía
y se hace mujer en hojas
de café e insomnio,
otras veces
extiende su mano
y da ese abrazo al amigo,
así por dentro llore
del dolor del día perdido.
Oh, noche: ¿en dónde se esconden
las palabras no escritas o dichas a tiempo?
Me desgarra el silencio
que aturde a mis miedos,
que asesina a mis dedos
temblorosos,
mientras el sudor
se esconde en líneas de tinta…
y mi osadía
quiere romper el eco
con la palabra precisa.
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A veces se queda…en la punta de los labios y luego se arrepiente…
Hermoso poema, Alex!
Me alegra encontrarte.
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Qué gran pregunta para un bello poema. Saludos
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Muchas gracias un abrazo inmenso
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Muchas gracias. Y a mi me alegra mucho siempre leerte también
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Muchas gracias, saludos
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Excelente poema!!!
“Al final,
al inicio,
en la mitad,
siempre me falta;
y se esconde en mis laberintos,
en la esquina
de mis madrugadas de frío,
a veces en el hambre
de sueños frustrados,
otras en la costumbre
de noches en soledad.”
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Muchísimas gracias
Un abrazo