La nueva e incontinente vida

Me acuerdo de ti,
de la última vez que discutí conmigo.
Era una sensación extraña,
ira interiorizada, como la propiedad del crecimiento,
o la primera vez que grité al fondo de un vaso
-Era yo tan poco profundo…-.

Discutí en verdad con tu ausencia,
nada en absoluto, si lees entre líneas.
Manejo el verso a mi antojo,
pasa por alto mis caprichos.

Construí una muralla con un recibidor y un pupitre.
Me volví tan pequeño…
No sabía si ibas a volver, y aún me sucede lo mismo.
No lo harás por tu propio pie,
no seré quién de marcarte el rumbo.

No quiero guiarte a las tinieblas,
ahí fue nuestro momento más abrumador,
porque a ti no te llevó el aire, ni mis palabras, ni la distancia,
no, amor mío, contigo no veía un burro a tres pasos…
No imaginaba entonces que permanecería estático.

Ciego
-¿De qué otra forma te pierdo para siempre?-,
borracho
-Para verte mejor.
No más guapa.
Para olvidar automatismos, y hacer lo que sobrio ni se me pasaría por la mente:
Conectarme a internet, dejarte mi saludo.-,
ambiguo
-Apagué la vida para encender el no.
Apagué la vida por no encajar el no.-.

7 Me gusta

Ostras… Brutal, Ricardo.
Tienes una forma especial de expresarte.
Me gusta muchísimo el poema.

1 me gusta

Muchas gracias por la visita, wallacegere :slight_smile:
Me alegra mucho tu comentario.
Abrazos y felicidad.

1 me gusta

Te haces sentir con todo.
Que derroche se sentimientos.
Se agradece el Internet, nos conecta con gente talentosa, y uno disfruta.

1 me gusta

Gracias Ve54, por tus generosas palabras para este trabajo.
Me alegra saber que te gustó.
Abrazos y felicidad.