Amiga,
dale tus días a cualquiera,
que a mi no me importa nada.
Pero si quiero las madrugadas
sean oscuras o con estrellas.
Aunque prefiero luna zalamera
Y es que, mi amor. su luz,
pone el nácar de tu piel
preparado para los dioses
como si fuera una ofrenda.
Y yo que soy un poco diablo,
voy y me la como a la primera,
no la coja un dios sinvergüenza
y encima me ponga la penitencia.
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