La noche de mi vida

Amor. ¿Qué es el amor sin una palabra? Por palabra dicha, por palabra apreciada, por palabra amada, por palabra cultivada. Se cae un fruto de un árbol y tú quieres ese fruto porque tú quieres ese amor por distancia aquella, por distancia que hay entre una distancia de amor, una distancia de pensar de uno al otro, pensar en qué será de mí sin el otro, qué será de mí si no estamos, si no vivimos, si no nos nacemos, si no crecemos para amar a esa persona, para amar lo que sentimos por esa persona, para amar lo que es inerte, para amar lo que sale de nuestro corazón, lo que por pensamiento es a quererte.

¿Será poesía la verdad? ¿Serán sentimientos lo cultivado? ¿Será razón por amar lo que por plácido es al regalo? ¿Qué por llave es apuerta? ¿Qué puerta es a sentimientos? ¿Qué sentimientos es a mente? ¿Qué mente es a quererte? ¿Por qué quererte a ti y no querer a otra persona? ¿Por qué tú me aportas? Tú eres una nube de sol. Tú eres una nube que en realidad es una sombra, que esa sombra es mi propio yo. Mi propio yo diciéndome lo que me quiero, diciéndome lo que me amo, diciéndome lo que siento por sincero. Ese yo eres tú, porque sientes lo mismo que yo siento por mí mismo. Tú eres esa naturaleza. Tú eres ese árbol que crece, que se alimenta. Tú eres ese fruto que yo muerdo, como Adán y Eva. Yo soy ese, y tú eres esa. Pero detrás de eso hay un amor con un respeto.

Tú eres un edificio que hay que construir. Tú eres una ventana. Yo soy la luz que entra por esa mirada. Yo soy la luz y tú eres la sombra. ¿Serás tú la luz o yo la sombra? ¿Quién sabe quién ser sabremos? ¿Sabremos lo conocido? ¿Sabremos que se refleja la luz debido a una cosa física? ¿O es que tú eres algo químico, que me produce estar salvaje, estar furioso, estar tremendamente enamorado, tremendamente exaltado, tremendamente irritado? ¿Por qué? Porque siento lo virtuoso, lo trascendental, lo hermoso. Siento el amor por radical. Siento el amor por palabras. Por palabras se las lleva el viento. Lo que tú me das es el amor que llevo aquí dentro.

Tú, mísera voz, me alimentas, me conmueves, me retrocedes, me invades, me retienes, me retienes como un carcelero, me retienes con unas vallas, con un acero. Tú eres ese amor tan placentero, tan intrigante, tan miseramente fugante, esa llama que sale de mi interior más bordado, ese sentimiento más cultivado, más amado, más irritado, más furioso, más conmovedor. Yo siento eso y no sé cómo sacarlo al exterior, porque tú eres eso, eres esa respuesta, eres ese talismán que por palabras sale de mi mente, de mi mente la más culta, la más sablotodo, pero en realidad te quiero a ti, te quiero a ti, mi tesoro, porque tú eres las letras, tú eres las palabras, tú eres la dicha alguna que sale desde lo que más amado.

Yo soy un carcelero de tu amor por fantasía, por fantasía que la llevo al viento, por fantasía la que tú sabías, por fantasía el movimiento de los planetas, de los corazones, de los sentimientos más sacados del profundo amor que llevo dentro, amor que llevo por planeta, amor que llevo por movimiento, amor que llevo por letra, amor que llevo por sentir lo que siento, por sentir lo salvaje de mí, que la música amansa las fieras y que yo soy una fiera a tu silencio, a tu silencio, a tus miradas, a los destellos, a las palabras, a lo más bello, a lo más cultivado, lo más cultivado por árbol que crece, crece y crece. Tú eres la raíz de que mi mente enloquezca de amor, por cierto. Qué hermosas son tus palabras, qué hermosas son tus emociones, qué hermosas son tu mente cultivada que por mí sale desde el corazón más mutuo y más amado, más derrotado, más encrespado, más tentativo, más hermoso, más lleno, más sin voz.

Juego y juego y nunca te encuentro. Pierdo y pierdo y siempre lo intento. Recuerdo por recordar lo que tuve al mirarte. Al mirarte aunque no estés. Al mirarte el que, aunque no salga de mi corazón. Al mirarte aunque crea que sale de mi corazón. Que sale desde lo más interior mío. Desde lo que sale de lo positivo, lo negativo. Lo que sale desde lo cultivado. Desde lo fantasioso. Desde lo crecido. Desde lo que sale de las ramas de mi corazón bandido. Corazón bandido porque roba, roba y roba. Pero tú perdonas. Tú perdonas con la palabra. Yo pierdo las credenciales a mi roma. La roma de mi cultivado sentimiento. Que al revés es amor. Y que amor por ti siento.

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