Esa muñeca arrumbada,
con vestido color ceniciento
peineta de espuma,
labios rojo tomate
y pestañas de aire.
La dejaron tirada
en el arroyo seco del tiempo
triste y abandonada.
Está triste
porque perdió a su niña
que era chiquita y muy linda.
Que le peinaba sus cabellos
y la besaba.
Y Las nanas…
que la madre le cantaba,
luego a ella se las daba
con sus labios dulces
como el caramelo.
Ahora solo la peina
el olvido, que la arrulla
con su aburrimiento,
y un gato viejo
que se acurruca
con ella en invierno,
qué es lo que más quiere
junto a su niña…
que duerme en su recuerdo.