La mil quinientos

Ella es…
como el horno de una panadería
cuando le entras —no es tan fácil ¿Eh?— es de puertas apretadas
aquello parece un estrecho frasco
de mermelada caliente
el resbalo renuente de una delicia embrutable
y una vez que la entemperaturas con la vara de lacre
a tus pistones les será imposible parar.
Te animaliza con tu continúo desgarro de lo que, por piedra de alumbre, parece virginado
Ella te ase… te agarra… te aprieta
le palpita al índice ígneo con ese mordisco sin dientes.
Es como si al darse toda
para que entres
y llenes así su espacio faltante
en esa extraña antropofagia de apretados placeres
lo que busca en realidad es tragarte.
Por dentro es suave y arenosa
como una playa áspera de ácidos cortantes
durante la marea muerta
bajo la rosácea y lechosa
luz del cuarto.-

Chane García.
@ ChaneGarcia.

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