Un diálogo acuático
sustancia sublime,
el rostro triste y su máscara líquida
de sonrisas sobre el paisaje.
La manera como amanece
sin ruido en un instante gris,
las partículas de otra razón
el cuerpo que anda en el sueño olvidado.
Los cielos en la oscuridad,
ya se hizo imposible regresar
se anidan huellas sin destino.
Los ojos que se destilan
en un pensamiento de otro ayer.
El pasado incombustible,
ahora que te desconoces
ahora que ya no hay nadie alrededor.
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Uff que filosóficos versos en esa manera como amanece a veces tan reflexivos, poeta!!
Qué maravilla, por favor!!
Ana María, muchas gracias por tus hermosas palabras.
Un gran saludo.
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Tali, muy agradecido con tu lectura.
Un gran saludo.
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Una máquina del tiempo.
Exquisitas letras.
Bello amanecer en tus versos!
Abrazos, Héctor.
Muchas gracias por tu lectura y tu comentario.
Un gran saludo.
María, muy agradecido con tus palabras.
Un gran saludo.
Podría inferir el diálogo de un instante (nueve meses) en el líquido amniótico, en ese estado la materia es sublime en sus partículas vibrantes. —aplaudo Héctor, muy bien logrado este poema.
Domingo, muchas gracias y qué interesante la manera de interpretar el poema.
Un gran saludo.