La luna con su fulgor,
al mar un beso le daba,
las olas con su fragor,
un baile le regalaban.
Con su cara rosadita,
de a poco se fue animando,
gravitando más cerquita,
al mar lo fue enamorando.
Con anillitos de plata,
juraron amor secreto
y al son de una sonata,
se entregaron por completo.
La luna enamorada,
cada noche lo visita,
el mar la tiene amarrada,
anclada a su espumita.