Llenó el río la represa
hoy me sacio yo primero
tomando el agua que quiero
es prebenda deliciosa
que cada poco regresa;
aunque tú estés muy sediento
aplaca tu desencanto
en este santo lugar
todos podemos medrar
pronto estarás bien contento
mejor que no te impacientes
y no nos hagamos daño
lleguemos a un buen apaño
no somos tan diferentes;
seamos, pues, complacientes
lo que importa de este trueque
es que el río no se seque
dejemos que el agua fluya
hoy mía, mañana tuya
y que nadie más predique.