La gloria de ser abuelo

“Nietas y nietos, . . . ángeles inquietos.”

Llegaste a colmar mi anhelo
¡la gloria de ser abuelo!,
ventura, con esta edad,
que me alegres sin piedad.

Nutres tal veteranía
con tu infantil lozanía
llevas mi sangre, mi herencia,
en tu sagrada inocencia.

Das sentido a mi vivir
me acompasas el sentir,
que dicha poder tenerte
estoy para . . . complacerte.

Cuando me extiendes los brazos
fortaleces nuestros lazos,
me gusta que te me arrimes,
que me aprietes, que me mimes.

Tienes todo mi cariño,
contigo me vuelvo niño
jugueteando me sorprendes,
¡pienso en hadas, sueño en duendes!

Tu vocecita, tu canto,
me fascinas, cuanto encanto,
llenas de paz mi interior
le doy gracias al Señor.

Cúbreme de besos, . . . anda,
me disfrazo de oso panda,
que graciosas travesuras
logran que olvide amarguras.

Hazme tus “gestitos”, alma,
esa ternura desarma,
regálame fiel candor
con lindo moño de amor.

Deja que mi ser te abarque,
vámonos juntos al parque
corramos tras la pelota
la felicidad se nota.

Vente cerquita, a mi lado,
te voy a comprar helado,
golosinas exquisitas,
te regalo “sorpresitas”.

Todas mis fibras conmueves,
derrites, así, mis nieves,
tus “berrinches” los tolero
en agradarte me esmero.

Para ti no habrá regaños,
festejemos tus cumpleaños
¿deseas fiestas con piñatas?
divirtiéndote me matas.

Si te lastimas o lloras
son angustiantes las horas,
¿qué te pasa, qué te duele?,
deja que yo te consuele.

Cuando enfermas hay tristeza
pierdo toda la entereza,
esos trances mustio afronto
alíviate raudo, pronto.

Si quieres te cuento cuentos
estaremos más contentos,
¿tomaste mis pertenencias?
te las presto son herencias.

Pa’ todo cuentas conmigo,
tu educación sin castigo
vístete ya, de uniforme,
que la escuela bien te forme.

Tus rayones, tus dibujos,
son como hechizos, embrujos,
anhelo que llegues lejos
¡dale ese premio a “tus viejos”!

Maravilla, ensueños tiernos,
gran deseo . . . que sean eternos,
dulce apego nos respalda
eres mi ángel de la guarda.

Me quedan pocos abriles
pretendo que sean febriles,
preciosa niñez bendita
mi historia la necesita.

Siento el corazón latir
eres el postre de mi existir,
cereza miel de buen pastel,
¡hoy, brindaremos con moscatel!

Nunca olvides que te quiero,
tus padres están primero
soy “reserva de la casa”,
eres mi bombón, melaza.

Enriqueces mi destino
que el Creador guíe tu camino,
¡la vida valió la pena
eres mi huella suprema!

Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda
México, D. F., 28 de agosto del 2014
Dedicado a mis nietos, Marijose, Mayté e Ian Santiago

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Conmovedor e ilustrativo.
Saludos cordiales.

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Precioso y tierno poema!! Me gustó mucho, compañero!
Saludos.

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Mil gracias, mariaprieto, por su amable atención y positivo comentario. Solo intenté plasmar, en versos y en síntesis, la dicha que se vive gracias a eso que la vida nos da a algunos elegidos por los dioses, . . . la gloria de ser abuelo . . . Saludos cordiales. Buenas noches.

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Hola, Lauroarturo, que gusto en saludarlo. Gracias, que gentil. Precisamente, eso que señala Usted, es lo que nos provocan los nietos, nos conmueven, todo, el alma, el corazón, la vida. Eso es, lo que implica, ni más ni menos, la gloria de ser abuelo . . . Buenas noches.

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La ternura de ser abuelo se derrama por tus versos como una dichosa miel endulzando la senectud del poeta. Un placer de lectura @Gramos

Saludos cordiales y feliz 2021

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Muchas gracias, Charlie, que amable en apreciar mis letras y por ese lindo apunte. Simplemente es el día a día que he pasado y disfrutado con mis 3 pequeños nietos, transformado en verso. Saludos afectuosos. Igual, te deseo un muy feliz año nuevo. Que siempre estés bien en compañía de tus seres queridos.

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