Vi, entre los juncos, la silueta
de una garza acunando espuma
del soñoliento río ardiente,
una tarde de invierno y bruma.
Alzó el vuelo hacia la alameda
y se perdió entre aquella pura
delicia de la luz muriendo
en el atardecer oscuro.
Vi, entre los juncos, la silueta
de una garza acunando espuma
del soñoliento río ardiente,
una tarde de invierno y bruma.
Alzó el vuelo hacia la alameda
y se perdió entre aquella pura
delicia de la luz muriendo
en el atardecer oscuro.
Francamente…maravilloso!!
Mágica imagen en la retina…
Muchas gracias. El poema parte del avistamiento, real,. De una garza en el río Genil. Un saludo.
Que bella imagen melancólica y natural pintan tus versos, poeta!!!
Muchas gracias. Yo vi la garza remontar el vuelo. Un saludo.
«Yo encontré una garza,
en la orilla el río
Estaba llorando yo no lo sabía.
Yo le pregunté ¿Porque está llorando?
No me contestó y se fue volando»
Un espectáculo visual su poema Don Prado.
Muy bello!!
Felicidades
Muchas gracias por tu comentario. Un saludo.
Muchas gracias . Me alegro que te guste. Un saludo.
Muy bellos tus versos, poeta!!! Un gusto leerte.
Muchas gracias. Me alegra que te guste. Un saludo.
Figuras poéticas de estilizada belleza como la garza, bello poema,
saludos,
Pepe
Gracias por tu comentario. Un saludo.
Muy hermosos fragmentos orgánicos. Paisaje abierto y quieto, rico en epifanías para la imaginación…