El amor trae pretéritos con crepúsculos fríos
y abraza el alma inquieta sobre los mediodías.
Hay rastro de pasados inscritos en la frente,
con instantes fugaces de cualquier madrugada.
El amor imprime su fuerza sobre el vuelo,
y corre tras las alas de un pájaro escarlata.
Son amores que llueven por dentro de nosotros,
porque dejan el polen tal vez, en otra rosa.
Hay apegos cansados que semejan delirios
y cuentan sus historias de hadas eclipsadas
tras el beso encendido que se olvida en la tarde.
Hay amores que nadan en un mar agitado
movido por las algas cantándole a las flores,
con violines sonando en las horas nocturnas
entre bancos de peces cerúleos y violetas.
¡El amor tiene fuerza y prende las fogatas!
La fuerza del amor. Me hizo recordar a Blanca Varela, a la retama que está viva, que arde en la niebla, habitada por un colibrí y su amante. Agradecido de leerla, poetiza Lucía. ¡Saludos!
Bello este poema estimada, Lucía, cargados de imágenes preciosas que destacan la fuerza del amor y tal es que como dijo Martí:
“Y sin pan se vive: – Sin amor-- ¡no!”
Un abrazo.
"Son amores que llueven por dentro de nosotros, porque dejan el polen tal vez, en otra rosa."
Estoy tan cansada de esto … ya sólo debería ser un recuerdo, pero cada vez que leo algo así, me doy cuenta de que esos supuestos recuerdos están muy vivos.
¡Aplaudo tu tema, tu desarrollo y tu sensibilidad!