Mientras duermes, una frente apoyada
en el cristal del salón rumia barro.
Han tiznado las estrellas con sarro,
apenas yerra carne desalmada.
Pienso, amor, en la cama inacabada,
en las hebras doradas con que amarro
el tiempo para evitar el desgarro
surgido de esta abulia silenciada.
Estallará la alarma en pocas horas
para sembrar más sal sobre la herida.
Entreveré desde el sofá tu ida
al ventanal, sabiendo que me ignoras.
Y buscarás respuestas con tu frente
apoyada en la marca de mi frente.
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;iu buenos versos. Llenos de nostalgias por un Amor perdido. Besos
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Muy buenos versos, poeta.
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Mi querida amigo en este hermoso poema, lograste con la brillantez de tus bellos versos, captar la melancolía y la añoranza de una manera muy evocadora.
Un abrazo fraterno.
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Sinmi
18 Agosto, 2024 01:53
6
Excelente soneto!!
Un gusto leerte. Saludos cordiales.
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Amigo, ¿es la amistad la que nos manda
o acaso es el amor? Las dos preguntas
tienen en sí respuesta dada.
Estos versos me agradan*
Besos
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