La flor en la tarde de invierno,
por pereza, susurró al viento
que la arrastrara
y la elevase
hasta llevarla al cielo.
Mas no pudo contenerse
y llorando
se secó.
Llegó el viento y veló
por sus pétalos.
Llegaron las nubes y lloraron
por su cáliz.
Llegó la fauna del bosque
y los animalitos, tristes,
por sus hojas lloraron.
Llegó la primavera
y con sus restos
dibujó otra flor
a la que llamó Vida.
Hermosa,
frágil
y breve.
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Muchas gracias, Marta. Está escrito con cariño. Especialmente esos versos brotaron solos.

Un abrazo enorme.
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Que bello poema Aurora.
Desprende el aroma de tantas metáforas esta tierna flor que tan bien dibujas en tus versos.
El devenir de la vida, el resurgir de las cenizas, la verdadera amistad, el amor…
Me encantó todo el poema.
Un abrazo 

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Muchísimas gracias, Alejandro.
Eres muy amable. Un abrazo. 

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Muchas gracias, José Antonio. Me hace feliz que te haya gustado el poema.
Un abrazo enorme. 

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Muchas gracias, María. 
Así es, delicados como la vida misma.
Pasa feliz semana también.
Un abrazo enorme. 

Muchas gracias, Alfonso.
Hay que cuidar las flores de las macetas porque son incluso más hermosas y necesarias entre el cemento. 

Un abrazo enorme.


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Muchas gracias, Galilea. El final fue surgiendo solo de la tinta. El poema parece que lo iba pidiendo.
Un abrazo enorme.


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Muchísimas gracias, Ivka. Eres un cielo.
Un abrazo enorme



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Muchísimas gracias, Ingrid.
Eres muy amable.
Un abrazo enorme.

