Ya trae primavera la armonía en su canto,
ya compensa la espera
nupcial y en adelanto
extiende vivo el manto
de flores que aligera
la pisada que planto por rutina en la acera.
¡Cómo flota tu encanto, tu esencia placentera!
De blanco cae el llanto,
de blanco la ribera,
el blanco prepondera
sobre hedores de espanto.
Breve y perecedera, mas sin ti: ¡yo no aguanto!
¡Abrid! -es hora- ¡que entren! ¡rómpanse las ventanas!
Gritan cítricos áureos,
su azahar y sus ganas.
Me huele a Guadalquivir, a luna de mayo, a misteriosos arpegios en sangre labrados. Azahar inundando la estancia penumbrosa y tranquila, donde reposan en la misma almohada dos cabezas llenas del mismo deseo. Perdona la gratuita divagación, pero tu poema cala hondo, me recordó Sevilla y todo lo que en ella me sucedió. Muy, muy bueno. No puede ser más evocador. Un abrazo grande, Juan Carlos.
Que expresividad llevan tus aromáticos y encendidos versos con su estallido primaveral, me encanta ese grito esplendoroso llamando a su puerta, poeta!!!.
Pd. Además has elegido una rima complicada (anto). Mi enhorabuena!!!
Hermosa áurea impregnada de ese olor intenso y mágico que nos abre la primavera! Me encanta ese aroma sobre todo por las mañanas…
Ya va menguando.
Un abrazo fuerte, amigo!
¡Preciosa tu Áurea, Juan Carlos!
Un tema hermoso que con tus versos, rima y contenido la has hecho fresca, aromática y muy encantadora.
¡Saludos cordiales!
Gracias amiga. Hace falta un grito de la primavera para espantar a todos los fantasmas. Hubo algún atasco por la rima pero como el primer verso que se me ocurrió rimaba así, ya tenía que terminar con el poema Abrazos!
Cierto, amiga, va menguando, ya casi han cambiado por completo los naranjos. Me apetecía volver a esta estructura, solo había escrito una y la motivación fue un áurea para el citrus aurantium. Muchas gracias y un fuerte abrazo!
Muchas gracias compañera. Cierto que en tu tierra tiene mucha importancia el naranjo, como compartimos el clima mediterráneo también hay algunos por aquí. Feliz fin de semana!
Muchas gracias Mucio. Me apetecía volver al áurea, solo había escrito uno y se me ocurrió dedicárselo al naranjo cuyo “apellido” en latín es precisamente: aurantium y también por su significado primaveral. Me alegra que le haya gustado. Saludos cordiales!
Muchas gracias Selene. Me apetecía darle el protagonismo de este áurea a la flor del naranjo ya que su apellido en latín es: aurantium y además lo considero como un símbolo primaveral. Me alegra que haya llegado su olor. Abrazos!