Sufrió el último síncope la semana pasada. Las pruebas revelaban el temido diagnóstico; una de esas enfermedades neurodegenerativas. Ahora sólo suplicaba entereza y serenidad para tomar la decisión que liberaría a su familia.
-Niños, andad a jugar fuera -pidió él. -No conseguirás alejarme de ti -dijo después.
El brillo de sus ojos arrasados en lágrimas le estremeció. Dolía tanto verla sufrir.
-¡Mira, mamá! -Regresan los niños entusiasmados- Es la flor de la esperanza; el jardín está lleno de ellas. Papá dice que florecieron para ti.
Unidos en torno al Iris blanco, lloran y ríen abrazándose a la luz de esa esperanza.
25/Enero/2022
Foto libre en Pixabay
Publicado en la Asociación Solidaria Cinco Palabras.
Palabras a incluir:
SÍNCOPE – NEURODEGENERATIVAS – SERENIDAD – ANDAD – BRILLO
¡Qué belleza!
¡Me encantó, Galilea!
¡Sumamente dulce y conmovedor!
Conmovedor tu bello y sentido relato para una enfermedad tan sumamente triste y desoladora en especial para los seres queridos del enferm@!! Tierna y esperanzadora, poeta!!!
Gracias por la esperanza en tus líneas conmovedor.
Muy emotivo. Me gustó mucho. Saludos
Un relato que remueve…hermosa esperanza simbolizada por la flor del iris.
Muy bonito, Gali.
Bonito el efecto transmisor del germen de la esperanza en el relato, un trasfondo cándido — me ha gustado.
Muy conmovedor, aunque en medio de su tristeza brilla la esperanza. Abrazos cariñosos.
Muchísimas gracias, Alda.
Besicos.
¡Qué bonito es leerte!
Mil gracias, Marta.
Besicos.
La luz de la esperanza que siempre te deseare, amiga. Precioso
Y yo a ti! Muchas gracias, amiga.
Besicos.