La fe del converso

Camufla tu perfume,
con la fe del converso,
y reniega,
no sudes, no sufras,
esconde tu esencia.

Reafirma la realidad,
es como es, déjate llevar.
Desprecia los sueños,
no tienes edad.
No hagas planes,
no vueles,
Busca alimento,
cobijo, sin tiempo libre
y descanso prefabricado.

Compite, no les dejes,
te quitarán lo que es tuyo,
lo que te pertenece por derecho.

Decide, ¿quién merece morir?
Elige bando y celebra sus fiestas de violencia.

Triunfa,
como en un libro de autoayuda.
Reconócelo, son mentira,
el amor y la bondad,
te atan, te asfixian,
te distraen de lo verdaderamente importante:
vacaciones en fotografías,
dientes, dientes
delirios de somelier
y drogas de diseño.

Olvida,
no hay nada,
el reino de duermevela no te pertenece.
Tampoco las ideas que configuran la realidad
que extrañas a ti
son lo único que te queda.

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Cuántas veces nos proponemos esto… y cuántas más lo conseguimos por momentos… una vez y otra más. Gracias por este poema, muy sincero :hugs: que deja ver esto y su opuesto en un mismo cuerpo… grande! “el asco de existir”, diría el filósofo… creo. :hugs: :hugs: :heart:

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Jajajajajaja, me encanta lo del “el asco de existir”. Un abrazo!

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Me quedó de “La Náusea” de Sartre, hace ya muuuchos años. ji. Besitos :hugs: :hugs:

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