Nos tragamos el humo
de aquel viejo hogar de piedra.
Nos supo a gloria el vino
que bebimos desnudos a su calor.
Solos tú y yo
y tres días en que se paró el mundo.
Locos, absurdos,
transpirando litros de amor.
Una vieja canción entre los labios
nos hizo olvidar el desencanto
de unos años malgastados.
Empezó a nevar afuera
y al mirarnos
los dos supimos
lo que estábamos pensando…
que ojalá nevara tanto
que cortaran carreteras;
convertir esos tres días
en nueve o diez vidas enteras.
Dejó de nevar al tercer día.
Tú regresaste a tu vida
y yo retomé la mía.
Qué maravilla de días, mi Walla… y ese final de “locos, absurdos… se nos tragó de nuevo el mundo.” dice tanto y llega tan adentro que lo hace universal… bravo, amiga, gran poeta y la más linda!
“Te qudan tres dias nada más
Baja de esa nube y ya veras que todo cambiará”
Aplausos para esa escapada donde la sensualidad quedó atrapada en avalanchas de tiempo. Apalusos.