Salgo al balcón
a quemar un cigarrillo.
Y empieza el espectáculo.
Se mueve en su terraza,
juega a colocar las toallas.
Me mira,
yo tambien.
Su terraza
parece una funcion de teatro,
disimula
flirtea,
me vuelve a mirar.
Me retiro.
Me niego,
a esa fantasía.
La lealtad para mi
es mucho más
que una palabra.
Ya no tengo años.
Ya te tengo a tí.
Ya no me da la gana
creerme esos juegos.