La danza del vientre

Inquieta brilla la hoja del alfanje;
nerviosas las monedas,
que penden de las ropas,
se agitan tintineras.

Los velos acarician los sonidos
que brotan de las cuerdas
del laúd, y difunden las potentes
darbukas de la orquesta.

Vaporoso se mece el faldellín,
se ondulan las caderas,
los crótalos repican,
los brazos serpentean.

Un sensual movimiento estimulante
perturba mi cabeza,
cuando el vientre se encoge
y sus pechos se elevan.

Y dibujo sus perfiles sinuosos
con la tinta de la henna
en el lienzo indecente de la mente
que excita los sentidos, y que sueña.

Con el ritmo alocado de su pelvis,
con danzar anudado a su entrepierna,
con la grata caricia de su abdomen,
con la imagen lasciva de esa escena.

Con esa Mata-Hari
que baila con cadencia,
el misterio de las mil y una noches,
sutil, y tan etérea.

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Qué bonito, da gusto leerte.

Ilústrame , que tipo de poema es? Veo que son versos de 7 y 11 sílabas y rima asonante en el 2º y 4º verso de cada estrofa. ¿Me he perdido algo más?
:slight_smile:

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Muchas gracias Horten!!

Es una silva arromanzada. Te copio lo que dice la Wiki:

La amplia libertad poética que confiere al poeta esta serie métrica la convierte en la más moderna de la métrica clásica española, por su implícita tendencia antiestrófica y como tal constituye una forma de transición hacia el verso libre moderno. Emparentada con la estancia taliana ( stanza ) introducida durante el primer tercio del siglo XVI en la lírica española por los petrarquistas Garcilaso de la Vega y Juan Boscán, no debe ser confundida con esta: la estancia italianizante posee una distribución repetida en varias estrofas con el mismo esquema métrico, cada una de las cuales se divide en dos partes (“fronte”, formada por dos pies de unos tres versos, y “sírima” o “coda”, también formada por dos pies de unos tres versos) engarzadas por un verso de enlace, concluyéndose la serie métrica con un “envío” o “vuelta” final de cuatro versos. La estancia se usa sobre todo en los géneros literarios líricos de la canción amorosa, la oda y la égloga, mientras que la silva, aunque combine también versos de siete y once sílabas, no repite ni tiene esquemas estróficos, deja una libertad de combinación absoluta al poeta y se emplea para temas y géneros más diversos.
Con el siglo XIX y las revoluciones métricas del Romanticismo y del Modernismo la silva se enriquece con formas nuevas. Gustavo Adolfo Bécquer crea la silva arromanzada (heptasílabos y endecasílabos con rima asonante en los versos pares) y los modernistas siguen su ejemplo creando a su vez la silva modernista (que combina versos de 7, 9, 11 y 14 sílabas), poniéndole a veces rima asonante en los versos pares como si fuera arromanzada.

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Maravillosa danza de versos, compañero!! Mis aplausos :clap::clap::rose::rose::rose:

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Gracias María!

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Muchas gracias Raúl. Ahora recuerdo que el otro día Alda escribió una.

Leeré detenidamente. Un abrazo :grinning:

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Si te fijas en mis poemas, he publicado bastantes en los últimos tiempos.

Abrazos!!

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:+1: Gracias!!

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La silva arromanzada me parece dificilísima de dominar. Precisamente en la libertad que tiene está el reto. En el “viejo” Poémame creo que publiqué alguna. ¡Buen trabajo @raulcd8!

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Muchas gracias Óscar

Hermosa tu silva arromanzada, no he escrito ninguna, leído sí, por ejemplo las de Antonio Machado en su obra “Campos de Castilla”, es gratificante leerte. Saludos

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Uff magnífico poema! Un abrazo.

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Muchas gracias Liseth!!

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Un placer que te guste, y muchas gracias Edel Vicente