Ya los tonos bermejos parecen desteñidos
y no quiero ponerme el vestido morado,
ni buscar el plateado en las canas amadas.
Una sombra me mira entre pupilas limpias
y la sonrisa viaja sin huellas de pasado.
Permanezco mirando por ventanas abiertas
y me acurruco sola, en las propias entrañas.
No me preocupo ahora que me habita la vida
y le tengo paciencia a los futuros que asoman
y a las ninfas que esperan tan cerca del arroyo.
Es que las hadas danzan encima de las horas
y la vida, sin duda cerrará los candados.
Una bella danza de imágenes preciosas, describes las escenas con unas maneras tan pausadas y tan tuyas…me gusta mucho tu escritura, querida poeta!
No sé que puertas se abren, Lucía, en ese lugar vivo que hay en tus propias entrañas.
Los buenos poemas, como el tuyo, no terminan nunca. Síguele la pista. Y si se va, adiós.
Muy bellos y sentidos versos, un resurgir de uno mismo, muy alentador, poeta!!!
Como el Ave Fénix.
La esperanza es hija del futuro que danza ante la ventana abierta… Muy bonito poema, @luciagomez1956 . Me ha gustado mucho.
Poder ser y no ser, la mayor libertad para siempre querer. Esa tranquilidad tuya mirando a través
Preciosos versos que nos dejas leer
Un cordial saludo
Precioso. Un placer leerte.
Precioso como siempre compañera!!