-La danza de la Vida-

¡Danza conmigo!
¡Te invito a bailar!
Déjate llevar por las notas que de la orquesta salen.
Baila, sigue bailando, no pierdas el compás… Tu compañero te sigue.
-No cambies el paso-
Deja que la música marque el compás,
que la armonía de sus notas despierten en ti la confianza al saber que tienes un buen compañero en la fiesta de la Vida.
¡No temas!
-Suelta lo que en ti hay-
No permitas que las dudas interrumpan el baile de tu Vida.
¡Baila!
-Sigue bailando-
Baila con toda confianza ese baile sabiendo que la Vida es tu compañera… Ella es la compositora de esa melodía, la melodía que tú bailas y ella te acompaña.
¡Déjate llevar!
-No tengas miedo-
No le permitas al miedo ser tu compañero en el baile de la Vida, recuerda que el miedo es un mal compañero.
Tú simplemente baila, déjate llevar por los acordes de la orquesta, ellos te indicarán cuándo tienes que cambiar el ritmo.
¡Baila, sigue bailando!
No te preocupes, el baile sigue y la orquesta suena.

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Precioso y optimista tu poema!:heart_eyes::heart_eyes:
Me gustó el tono y lo que dice…
Saludos, Mary!

Gracias, es un placer que me lea y me dé su opinión, nuevamente gracias.