Retiran de mi portal
los adornos navideños
y, despejados los sueños
vuelve la vida real.
Las pasadas alegrías
con sus logros y supuestos,
sosobran con los impuestos
ante sus arcas vacías.
Es en la cuesta de enero,
según dicen los mayores,
que comienzan los dolores
que alcanzan el año entero.
Se cierran los ventorrillos,
baja el nivel de reservas,
te despiden y te enervas,
sin curro por los pasillos.
Precariedad laboral
en los pobres en España;
con salarios de artimaña,
la penuria es abismal.
Y el político en acción
acrecienta sus costales,
mientras los flacos triviales
se aprietan el cinturón.
07-01-2025
Edel@vateignoto
Imagen de MundoToday