La chica perdida

Cabecita descarriada
todo bondad y dulzura
caía en todos los cepos
navegaba a la deriva

sin decir no a ningún beso
temía la soledad
alma pura de ojos tiernos
sólo quería agradar

eran los años ochenta
un tiempo para olvidar
no era difícil perderse
y no saber regresar

puede que nadie se acuerde
que la arrastraron las olas
y mientras se la tragaban
yo en su pena me ahogaba

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Bellísimo poema con un triste final. Saludos cordiales.

Muchas gracias, Sinmi, por valorar mi poema de “la chica perdida”. Trata de alguien que conocí y se quedó por el camino.