Sus cenizas se fundieron
con la arena y el agua.
Fue como un bautismo,
palingenesia del alma.
Luna menguante en lo alto,
pies sumergidos,
manos queriendo
aferrar el pasado.
Fueron cayendo
al compás de la pena y la brisa,
comunión perfecta,
reliquia y lágrima.
Nos despedimos
aquella noche
bajo una luna menguada.
Él nadando mar adentro,
yo muriendo en esa playa…
De náufragos y sirenas
Están llenos los recuerdos
Y de muertes que ocurrieron
De esperanzas en la arena
Estoy tratando de decir que me ha gustado tu poema y dedico las estrellas que en mar dejan estelas.
Reparo en la imagen final del poema, que es la que condensa toda la carga nostalgica , que se venía describiendo anteriormente . Muy lindo poema. Felicitaciones, Wallacegere . Abrazo grande.