La boca oscura del poniente

¿Cuántas veces pensaste que la vida

se había acabado? ¿Acabar?

Olvidamos el viaje recordando los baches

como huecos en la memoria. Aquellos pisos

altos, soñar el vuelo.

Cada vez que elegimos un camino

somos responsables del polvo levantado,

de las hierbas pisadas, de lo que no ocurrió.

Cada vez que elegimos un camino

nos sigue una sombra a nuestra espalda.

Buscamos el perdón en cada piedra, mientras

el viento se nutre de arena.

Todo dice, nada explica.

Vas aprendiendo que a la última estación

no se lleva maleta.

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Hermosa reflexión en el camino de la vida…me llegó adentro.

Da para pensar el inicio y ese final tan escueto, sobrio y real…

Abrazos,Rafa. Buena semana, amigo. :hugs:

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Muchas gracias, María.
Buena semana :hugs: :hugs: :hugs:

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No llevaremos maletas a la última estación.
Al doliente principal le queda todo el bagaje del difunto y un dolor continuo que no lo para ni el tadalafilo. Aplaudo su poema sustentado en la verdad.

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No llevamos maletas terrenales, pero si nos llevamos todos los buenos momentos, las alegrías y los aprendizajes que tuvimos, nada es en vano en esta vida. Muy profundo y bello poema. Abrazos cariñosos. :hugs:

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En la maleta guardamos el dolor. Un abrazo.

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Y dejamos lo bueno que hemos sabido repartir. Muchas gracias, Sinmi. Un abrazo.

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Las respuestas, se consiguen andando.
Nadie te explica.
Es la experiencia la que dicta sentencia.
La vida te abraza si decides seguirla.
Todo un viaje de respuestas en tan sabio poema.
Un abrazo Rafael.

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Seguir la vida, buscando las respuestas. Muchas gracias por tu comentario, JoseAntonio. un abrazo.

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No nos llevamos nada, ni siquiera el aliento de haber vivido.
Es un comenzar en un volver a nacer, un nuevo camino, quizás, Toda la vida es hoy.

Excelente reflexión

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Muchas gracias por compartir. Saludos.